Me cuesta enormemente imaginarme el segundo. Decir que lo que me cuesta es imaginarme el primero me haría parecer sin duda un amante cojonudo. Pero lo del segundo es desconcertante, tan desconcertante como subir una cuesta darse la vuelta en la cima y observar cómo el camino por el que venías sigue subiendo. Suena extraño, pero es la metáfora más acertada para mi desconcierto.
2 Motivaciones:
Aventuras y desventuras de Pudendo y Psique.
Me cuesta enormemente imaginarme el segundo. Decir que lo que me cuesta es imaginarme el primero me haría parecer sin duda un amante cojonudo.
Pero lo del segundo es desconcertante, tan desconcertante como subir una cuesta darse la vuelta en la cima y observar cómo el camino por el que venías sigue subiendo.
Suena extraño, pero es la metáfora más acertada para mi desconcierto.
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