Huellas

martes, 23 de noviembre de 2010

Pugilánime

Era un gran boxeador defensivo, se protegía constantemente intentando amortiguar todos los golpes. Pero tras cada asalto, tras cada pelea, su rostro se iba deformando más, y en sus facciones sólo podían encontrarse las huellas del trágico cuidado ejercido por sus propias manos.

7 Motivaciones:

Gaearon dijo...

Es mejor ser boxeador ofensivo. Acabas con la cara igual de deformada, pero otros también se habrán enterado de qué significa eso.

Anónimo dijo...

Da para pensar: el paso de la vida siempre deja sus huellas.
Abrazos,
PABLO GONZ

Anónimo dijo...

Interesante pensamiento. A veces ser sólamente defensivo no basta.

Un saludo.

PazzaP dijo...

Y cuando se dio cuenta de que actuando siempre de igual modo lograba exactamente idénticos resultados, decidió hacer algo diferente.

Egolastra dijo...

Dicen que uno siempre será lo que era en el patio del colegio. Creo que ya peleaba así en la escuela.

Saludos.

Glò dijo...

No jodas, en el patio? Seguro?

PazzaP dijo...

Dicen... Pero "si disen que disan", que dicen en mi tierra.

La cuestión es creerles o no, pero tampoco es obligatorio. Y siempre tienes en tu poder el ahora para pegar un quiebro cuando te dé la gana.

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